Waa... quien no quisiera trabajar desde su casa? Tener esa flexibilidad de horario, esa facilidad de no invertir tiempo trasladandote. Por suerte, la rama de la industria en la que trabajo me permite hacerlo.
Hace unos años, por falta de espacio en la oficina y en lo que la compañía se cambiaba a otro complejo mas grande, nos mandaron a trabajar a casa a todo el equipo para el proyecto en el que trabajaba. Fue justo después de navidad, así que había poca actividad y aprovechamos para hacer el cambio.
Me levantaba como 15 minutos antes de la entrada a trabajar (8:00 am), incluso 5 minutos antes, solo para prender la computadora. Revisaba mi correo y si había algo urgente, lo atendía, si no, me iba a desayunar. Regresaba, atendía los problemas, las juntas y así transcurría mi día laboral. A la hora de la comida me dormía un rato o aprovechaba para bañarme y si no, podía durar en pijama todo el día, porque la flojera era inmensa. Sin compañeros de trabajo ni novio cerca, no me importaba, puritita velda'. Era como una pequeña revolución interior en contra de lo correcto. Quería estar todo el día en pijama y podía hacerlo.
Si tenía algún pendiente, como ir al banco o alguna otra cita, avisaba, iba rápido y ya, sin más penas.
No salía a comer y no gastaba en gasolina! Súper ahorro. El gasto en electricidad aumentó un poco, pero no para tanto, no se comparaba con el gasto de gasolina. Además del desgaste del auto y los peligros de la calle.
Nos dijeron que esto podía ser cosa de un par de meses, tal vez unos 3... y así.
La verdad, era genial!! Era libre como animalito salvaje, quien no quiere un trabajo tan flexible?
Todo es bello...
Pero 11 meses después...
Trabajé en ese esquema 11 meses. Los primeros, como comenté, era bello. Pero por ahí del tercer o cuarto mes, ya me picaba la casa. No suelo ir al mercado, pero después de ese tiempo, imploraba a mi mama que me dejara ir con ella porque quería salir de la casa!
Salir a las 5:00? No siempre. Como ya estas ahí, 10 minutos más, 15 minutos más, 30 minutos más! Que tanto es tantito? Había veces que estaba ahí hasta pasadas las 6:00 de la tarde. Podía haber veces que no salía de mi casa en días, porque cuando salia del trabajo, estaba muy cansada, enfadada, asqueada.
La temporada más agridulce fue verano. Estando en la oficina, perdía noción de lo que había afuera, así que no me importaba, pero estando en mi casa, veía el sol cálido entrando por mi ventana, y el aire tibio y me daban ganas de salir... pero había que atender los bugs.
Los distractores en casa son infinitos. La televisión? Deja tu eso, el Internet! Libre acceso a lo que sea. Y mi mamá, que entraba a cada rato a contarme cosas.
Luego de un tiempo, empecé a extrañar a mis amigos y compañeros de trabajo. De mala suerte que mi novio en ese tiempo estaba trabajando en Ohio, ya ni ese pretexto tenía para salir. Terminé como el tipo este, como Neardenthal.
![]() |
Cortesia de The Oatmeal |
The Oatmeal, retrata la velda' velda' Me sentí identificada.
Eso no le quita lo bonito de trabajar en casa.
Volveria a hacerlo? Claro! Lo hice hoy... pero no volvería a hacerlo por tanto tiempo. Un par de veces en la oficina a la semana no mata :). Ya aprendí que el balance es importante.